MASTIFF NAPOLITANO

MASTIFF NAPOLITANO

Disponibilidad: Disponible

$1,400,000.00

 

Sin importar cuantas veces se le intente intimidar el Mastín Napolitano casi nunca es agresivo al contrario es bien afectivo y gentil. Más sin embargo, siempre puede estar alerta cuando está cuidando su territorio o a su familia, suele llevarse bastante bien con niños de una edad media o con otro tipo de mascotas siempre y cuando se le brinde el entrenamiento adecuado de socialización.

 

Origen:

 

Sus antepasados se encuentran probablemente entre los antiguos perros de pelea de los romanos. La crianza de estos imponentes perros italianos no ha cesado jamás, a pesar de las guerras. Caído en el olvido durante siglos, ahora ha vuelto a ponerse de moda.

 

Descripción:

 

Pacífico y afectuoso, el Mastín Napolitano presenta una estatura poderosa, siendo grande y muy fuerte. El cráneo es ancho y plano y el hocico corto. Los belfos superiores cubren a los inferiores y tiene en la papada largos repliegues. Las orejas (que en situación normal se hallan semi erectas), tienen las puntas cortadas en algunos países, sucediendo lo mismo con la cola. Ojos pardos y separados. Pecho profundo, lomo musculado y miembros sólidos. Pelaje: corto y suave, bien apretado. Color: negro, plomo, gris, leonado o leonado estriado.

 

Entrenamiento:

 

Será mejor empezar su entrenamiento a una edad bastante temprana para evitar que desarrolle una personalidad obstinada. Su tipo de entrenamiento siempre requiere firmeza y consistencia ya que puede volverse muy protector.

 

Carácter:

 

Se trata de un perro generalmente equilibrado, tranquilo e inteligente que soporta muy bien el dolor físico. Su aspecto es apacible. Esto no debe engañar a los extraños, a los que puede llegar a atacar con gran agresividad. Rara vez busca una pelea pero, una vez empezada, lucha sin contemplaciones. Protege y aprecia sinceramente a los niños.

 

Cuidados:

 

La cría del Mastín napolitano es cara y difícil. Su temperamento, en principio pacífico, puede volverse agresivo si su propietario no es capaz de dominarlo con sensatez y responsabilidad. Incluso con una educación constante y sensible nunca llegará a ser francamente obediente. Come mucho y necesita mucho espacio debido a su enorme complexión. El aseo que requiere es mínimo.